Con el beneplacito de la noche joven y espesa que empieza en el filo de mi copa de vino tinto,se prolonga en el hondo embriagador de su contenido y acaba donde la imaginación se desmelena,brindo por todo soplo de vida que oxigena mi espacio en momentos de soledad,por todo latido que le da marcha a mi corazon cuando se congela entre recuerdos abrumadores...brindo por todas aquellas vivencias y sentimientos capaces de erizarme la piel en un instante,de alborotarme la sangre,de llevarme a la cima de la ola que toca el cielo...
...yo me comprendo,me escucho,me entiendo y me emociono...yoooo...soplo de viento que empapa de magia mi desliz nocturno...
Hay experiencias que aunque desfilan su encanto y su misterio enmarcadas en un parentesis de tiempo muy corto,se transforman en un referente existencial y un eterno punto de retorno para toda la vida.Es como una fuente fantasmal que nos calma en secreto la sed para seguir el viaje.Es como cotejar continuamente los hechos presentes y hasta futuros,con aquel espacio breve e intenso,enclavado en unas coordinates de alta precisión del pasado.Son recuerdos imposibles de esfumar que el paso de los años no hace más que profundizarlos y agudizarlos...pero sin causar ni el más minimo dolor o sufrimiento...solamente una sombra de nostalgia dulce...es como si estos recuerdos suben de estatus con cada experiencia actual que atraviesa nuestro sendero existencial...Es paradojico pero aquel pasado se convierte en un sello fantasmagorico que impregna cada uno de nuestros actos,de nuestros pensamientos,de nuestros pasos,de nuestra palabras.
....sorbo de vino añejo...me veo más lucida que en medio de aquellos dias lluviosos,me veo más guapa que mi reflejo de aquella lejana primavera,me veo más dueña de mis pasiones que cuando hace tiempo sonaba en la distancia aquella balada romantica...pero soy lo que soy y tengo lo que tengo gracias a aquel abril...olor a flor de jazmin...y caricias mil...otro sorbo de vino añejo...sueños atemporales y sentimientos oscilantes...
La vida es, a veces, una acumulación de recuerdos. Palabras, lugares, olores, caricias. Momentos que marcan el futuro de los días que nos quedan por vivir, del tiempo que no se fue porque siempre se quedó en nosotros. Un beso (J.J)
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